DOCENTES SIGLO XX - ALUMNOS SIGLO XXI Un manual para principiantes y una mirada global sobre la cuestión de las nuevas tecnologías en la educación.

El siguiente texto es escrito por el Lic. Diego Abel Sanchez, a quien agradecemos por haber elegido este medio para compartirlo.

Introducción:
Ser docente hoy (tanto en países como nuestra querida República Argentina, como en cualquier rincón del planeta) implica hacer frente a una multiplicidad de desafíos –según el nivel pesimismo léase; obstáculos-, tanto por su importante dimensión formativa en conocimientos profundos y actualizados, como en valores; hacer de ese alumno un ciudadano responsable y respetuoso de las normas e instituciones democráticas, hacer de ese educando además una persona íntegra, responsable y honesta, actitudes todas que le permitan insertarse y desenvolverse en la sociedad adulta, en el mercado laboral y en el mundo universitario de manera exitosa y madura. Pero a no desesperar, no estamos solos en esta ardua y compleja tarea, contamos con la colaboración y asistencia de las escuelas y de los centros de apoyo y formación, de las familias de nuestros alumnos y de otros colegas que comparten nuestra misma dicha… - o desdicha?...- Si fuera así, nuestra tarea sería posible y realizable, alcanzando importantes resultados, recibiendo así altos elogios de los matutinos por los altos niveles de aprobación de nuestros alumnos en las universidades, en el marco de una sociedad que jerarquiza nuestro rol, de organizaciones y familias que acompañan y respetan nuestro trabajo, de medios de comunicación que ofrecen programaciones de calidad, que difunden el modelo del sacrificio permanente, del trabajo honrado y del estudio perseverante como medios fundamentales para la superación y realización personal de nuestros jóvenes. Pero este mundo de fantasía ya no existe o quizás nunca existió.., por ello querido colega nos queda arremangarnos y apostar por los frutos de nuestra labor áulica, confiando en nuestras potencialidades, y experiencia, acercándonos en un ámbito de profundo y sincero intercambio interdisciplinario, sumando voluntades y uniendo esfuerzos en post de lograr que nuestros niños y jóvenes se formen plenamente como hombres y mujeres de bien.


Asistimos hoy a una dura realidad superadora; La violencia familiar, los niveles de delincuencia juvenil, de embarazo temprano no deseado, el consumo creciente de drogas de todo tipo, la cultura de la inmediatez, del facilismo, del todo vale, de la exposición privada, de la popularidad a cualquier costo, la soledad del aula, la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, los márgenes de pobreza y marginación, las carencias institucionales, el nivel de ausentismo y abandono escolar, son todos ellos en sí graves problemáticas socioeducativas que nos tocan de cerca, que exceden en muchos casos el margen de acción del aula y la institución, que nos deja un sabor amargo, de bronca e impotencia, pero que debemos superar, obligándonos a tomar parte crítica y constructiva de una nueva realidad, aportando desde nuestro rol todo lo necesario para colaborar –en la medida de lo posiblecon la erradicación de estas graves cuestiones, pero que sin el apoyo mancomunado y esfuerzo conjunto de la comunidad educativa en su sentido mas amplio, los gobiernos y sus instituciones puestas al servicio de la población mas necesitada, ONGs, empresas o fundaciones y la sociedad civil toda (como el caso de Telefónica, YPF o Microsoft –entre otras- que organizan importantes eventos de promoción y adquisición de saberes y herramientas actualizadas para docentes interesados en la inclusión de las nuevas tecnologías al aula, cabe destacar además El programa Proniño de Telefónica para luchar contra el trabajo infantil que supera los 111.000 niños beneficiados), esta batalla estará perdida, siendo la incorporación efectiva de las NTICs (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) al proceso de enseñanza-aprendizaje un asunto de segundo o tercer orden relegado al olvido.


Sin alumnos, no hay escuelas, sin escuelas no hay docentes, sin sistema educativo no hay futuro y entonces que sentido tiene hablar, debatir y consensuar sobre la importancia de las NTICs. Por ello cada uno de los agentes responsables dentro del sistema educativo y en todos sus niveles (macro/micro: nacional, provincial, municipal, escolar, áulico) debe redefinir su rol, su vocación, su accionar cotidiano, poniendo su ética profesional al servicio de las futuras generaciones. Por ello, además es prioridad fundamental hoy, que los gobiernos logren fijar en sus agendas líneas de acción y políticas de Estado que permitan en el futuro inmediato hacer posible una realidad mas justa y equitativa, para desde esa base partir hacia una educación de calidad y para todos.


En esta lucha que parece quijotesca y solitaria no estamos solos, se ha sancionado recientemente una importante Ley de Educación Nacional –que de respetarse en toda su dimensión abriría nuevas esperanzas y escenarios optimistas a futuro- que nos da un marco jurídico/legal en el que apoyarnos, garantizando financiamiento y acompañamiento gubernamental en todos sus niveles de decisión y acción, fijando derechos pero también obligaciones para todos los componentes responsables de la comunidad educativa, existen también empresas y/o fundaciones –algunas ya citadas- que asisten y apoyan permanentemente desde importantes iniciativas nuestra labor, hay en la actualidad una gran variedad de programas/cursos de capacitación gratuita y en servicio al alcance de los docentes del país e inversiones del Estado en diferentes áreas clave del sistema educativo (alcanzando un importante 6 % del PBI en nuestro país).


Frente a esta realidad que no ofrece matices, cabe preguntarse; qué rol asumen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTICs) ?, sin lugar a dudas ocupan un espacio de aliados fundamentales y de una poderosa herramienta en nuestra labor cotidiana, pero que interrogantes despierta esta necesaria e ineludible inserción de las NTICs al aula?; Pues bien, podríamos preguntarnos: Cómo lograr una inclusión extensiva de las NITCs en contexto de alto grado de carencias materiales y de marginalidad social en un gran número de escuelas públicas del país? Cómo hablar de Laptops si muchos de nuestros pibes no saben lo que es una milanesa? Cómo hacer efectiva esta inclusión desde actividades motivadoras sin la debida capacitación previa e insumos? Cómo superar la adicción a la tiza y el pizarrón y reemplazarlos desde una perspectiva didáctica renovada? Cómo escapar de la cómoda y segura monotonía rutinaria y reemplazar mi trabajo por nuevos desafíos y prácticas renovadas? Cómo no ser el bicho raro de la escuela al que todos los colegas “dinosaurios” señalan con desdén por impulsar actividades novedosas y originales, cual enfermedad cibernética contagiosa de la que todos escapan? Cómo no caer en la tentación hiper-burocrática de aplicar al pie de la letra planificaciones estériles, conservadoras y estáticas?. Todas estas preguntas (algunas con respuestas abiertas y al debate) me las hice yo hace un tiempo como docente con mas de veinte años de experiencia y me di cuenta que poco sabemos sobre el enorme potencial que nos ofrece esta importante herramienta, cuanto podemos aprender de ella y de nuestros alumnos nativos, cuantos desafíos e interrogantes despierta y despertará en el futuro y por sobre todo que este camino de renovación, actualización y cambio es posible.
Podemos partir también de algunas afirmaciones, tales como; Las NTICs no son una especie de varita todo poderosa, que solucionará mágicamente todos los males del docente en el aula. Son una herramienta mas a nuestro alcance que no reemplaza ni la tiza, ni el pizarrón, ni el libro de texto, ni mucho menos al docente como figura central del proceso de enseñanza-aprendizaje.


Las NTICs irrumpieron masiva y revolucionariamente en nuestras vidas cotidianas, lo que hace necesario e ineludible su inclusión en el ámbito escolar para formar generaciones plenamente actualizadas y con aptitudes tales que les permiten desenvolverse como personas idóneas frente a las crecientes exigencias de un mundo que avanza a pasos agigantados sobre la base de las nuevas tecnologías.


Las NTICs hacen su presencia en el ámbito escolar de la mano de una sociedad que exige y demanda su inclusión, de un Estado que por ley garantiza su inserción, difunde sus bondades desde diferentes medios y acciones, e invierte –con diferente grado de profundidad y algunas disparidades regionales- para hacer efectiva su llegada al aula, y desde una comunidad educativa que no sabe como reaccionar y espera.


Las NTICs no son ni malas, ni buenas, existen y se desarrollan cada vez mas (queriéndolo o no, pero sin poder negarlo) ante la mirada expectante y miope de un sistema educativo que desde una mirada institucional y micro-áulica no reconoce en general sus potencialidades y ventajas.


Las NTICs avanzan velozmente a lo largo del Siglo XXI, obligando a los docentes –muchos de ellos- con prácticas áulicas del siglo XIX a adaptarse, ya que ellos también son usuarios frecuentes de las mismas, pero llamativamente no siendo conscientes que sus alumnos –también siendo usuarios cotidianos- necesitan de una formación mas profunda e integral, que les permita dominar estas tecnologías desde una perspectiva mas profunda, global, flexible y crítica.


Las NTICs se perfeccionan día a día en un mercado altamente competitivo, provocando necesariamente un creciente nivel de capacitación, actualización y formación para dominarlas plenamente y no ser devorados por un mercado laboral con las mismas características “Darwinianas”. He ahí nuestro dilema y responsabilidad ética como educadores.


Las NTICs están ahí, sírvete!., no es necesario aplicar a nivel áulico o institucional estrategias y actividades ostentosas y/o rebuscadas que tiendan a ser irrealizables por sus costos y complejidades, basta con ser CREATIVO, ANIMARSE Y ABRIRSE AL CAMBIO.
Este es un humilde aporte para superar nuestras dudas y convencernos desde la práctica que es posible alcanzar junto a las NTICs prácticas renovadas, interesantes y atractivas que colaboren para redefinir nuestro rol en el aula como principales agentes de cambio y transformación en éste desafiante Siglo XXI .


Recorramos juntos este camino…


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Comentarios

Marco Antonio Bautista Bautista ha dicho que…
Cada día nos preocupamos por violencia, deserción escolar, drogas y muchos problemas sociales que no son propios de un solo país. Una de las llaves para combatir los mismos suele decirse que es la educación. Completamente de acuerdo, pero la educación debe empezar desde lo más profundo, es decir, desde las raíces mismas. Esto implica un cambio cultural que puede sonar a una falacia. Por que permitir que en las aulas no solo estén los niños sino uno de los padres, no me refiero a que ambos tomen clase en el mismo salón, si no que los padres tomen clase sobre como motivar, disciplinar, leer, analizar, conjeturar con cada uno de sus hijos al llegar a casa. La respuesta inmediata es "no tengo tiempo" o "para eso le pagamos a los maestros".
Imaginen que uno de los padres trabaje para sustento de la familia y que el otro se dedique a visualizar, madurar, crecer, educar a los hijos, los roles pueden cambiarse cada ciclo escolar. Es ahí donde entra el Gobierno "pagando" a los padres para seguirse capacitando para dar mejores ciudadanos, mientras uno conserva su trabajo, el otro trabaja en la educación de sus hijos recibiendo un sueldo (o beca, o recompensa o como se quieran llamarle) y posteriormente el rol se cambia...
Obviamente surge una pregunta a grandes luces ¿y los que son padres solteros?. Actualmente muchos de los problemas abordados y mencionados derivan en un matrimonio roto, un embarazo no deseado, padres trabajando fuera de su país, ¿y qué eso no es un problema de raíz y de cultura?. Volvemos a caer en la misma rueda una y otra vez.